La UE tiene una superficie de 4 millones de kilómetros cuadrados, casi el 80 % de esta superficie es zona rural, de las cuales el 50 % es suelo agrícola, y el restante 30 forestal. La población es de 448 millones de habitantes yalcanzaría los 470 millones de personas el 1 de enero de 2050, lo que significa un aumento de 22 millones en comparación con la actualidad.
Del total de población activa del planeta, el 25,65 % realiza su actividad profesional en el sector agrícola, porcentaje que en la UE es del 3,6 %, es decir, 10,5 millones de personas a tiempo completo, 6 % del PIB y 15 millones de empresas. Se prevé que en 2050 menos del 2,5% de las personas activas desempeñen su actividad profesional en el campo, tres millones de personas menos que en la actualidad. Del total de agricultores de la UE, más del 40 % tienen 65 años o más, menos del 1 % son menores de 25 años o tienen esa edad.En el planeta la edad media de los agricultores es de 34 años.En la UE hay del orden de 10,5 millones de explotaciones agrarias, es decir, unas 173 mil hectáreas de terreno, casi un 40 % del total de la superficie de la Unión. El 66 % tienen menos de 5 hectáreas, el tamaño medio de la explotación es de unas 15 hectáreas.
La UE depende en un 70% de las importaciones de proteínas, un fenómeno denominado"déficit o brecha proteica",lo que deja a la agricultura europea en una situación de vulnerabilidad ante imprevistos. Existen dos distintos modos de fuentes proteicas, una es de origen animal, y otra es vegetal. La primera viene representada por la ganadería tradicional, así como, la nueva insecticultura; la segunda se representa por los cultivos más usados en la agricultura, y de forma más reciente, fue incorporada la alguicultura, o cultivo de algas.
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Según la (FAO), se producen en el mundo unos 630 millones de toneladas de proteínas, de las que 110 millones corresponden a proteínas de origen animal y 520 millones de toneladas a proteínas vegetales. Aproximadamente la mitad de las proteínas vegetales se destinan a alimentación animal, para producir proteína igualmente.
Los 8.000 millones de habitantes de la Tierra necesitan alrededor de 227 millones de toneladas de proteínas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado las necesidades de proteínas entre 50 y 80 g por persona y día. Esto significa que los 8.000 millones de habitantes de la Tierra necesitan alrededor de 227 millones de toneladas de proteínas.
Pero,¿Qué implica producir un kilo de proteína?Si nos referimos, por ejemplo, a la cría de ternera, por cada tonelada de ternera se necesita una hectárea, y 50 litros de agua potable dulce con un coste de unos 5 euros, mientras que el rango proteico es de 220 a 240 gramos de contenido por kg de carne. Por lo tanto, el coste de cada 240 gramos de proteína es de 5 euros, con un consumo de agua de 50 litros, y 50 metros cuadrados de tierra para la estancia del vacuno. Si la carne fuera de laboratorio el precio se multiplicaría por el 170%, evitando la disponibilidad de tierra y agua, todo ello según la pionera compañía Future Meats, dedicada a tal actividad.
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Si nos referimos a proteína vegetal, por ejemplo, eligiendo las legumbres, un kilo de legumbres con un coste medio de 4 euros, necesitaría de 40 litros de agua, y una superficie de 40 metros cuadrados. Por lo tanto, un kg. de proteína vegetal es un 20% más barata, requiere un 20% menos de tierra cultivable y, además, necesita el 20% menos de agua, en su elaboración, que un kilo de proteína animal.
En lo referente a la insecticultura, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en 2021 aprobó como insectos para alimentación el gusano de harina y la langosta migratoria y, ahora, ha sido el turno del grillo doméstico.Actualmente pueden comercializarse,pero pendientes de definitiva aceptación en el mercado europeo hasta que se tramite su aceptación, la langosta del desierto, el escarabajo oscuro, la abeja doméstica y la mosca soldado negra. Un kilo de insecto tiene del orden de 170 g de proteína, y se necesitan en su elaboración tan solo 5 metros cuadrados, apenas agua para su alimentación, y todo ello tiene un coste de 40 céntimos de euro, es decir, aproximadamente la proteína de insecto requiere 10 veces menos dinero, menos espacio y apenas agua en su elaboración, todo ello comparado con el resto de proteínas vegetales y animales analizados.
Además, se calcula que la huella hídrica de la producción de insectos es 8 veces menor que la que tiene la ganadería tradicional. Con respecto a la alguicultura,un kg. de algas tiene de media un 30% de proteína, es decir, cada kg de algas, con 300 g de proteína, no requiere tierra agrícola,por ser cultivado bajo el mar, nada de agua, salvo en el procesado, pero un elevado coste de mano de obra y energía. Ello hace que el coste por cada 300 gramos de proteína de alga sea del orden de entre 100 y 300 euros, unos costes muy elevados, comparados con las tres fuentes de proteína anteriormente analizados. Por lo tanto, no es descabellado pensar, que una gran parte de ese "déficit o brecha proteica" que acusa la UE, en el futuro, muy inmediato, tenga su origen en los insectos, por sostenibilidad, eficacia, eficiencia, optimización de recursos, coste, y disponibilidad.
*Juan Vilar Hernández es Doctor en Economía, analista agronómico internacional, consultor estratégico, profesor de la UJA y agricultor
https://www.eleconomista.es/opinion/noticias/12823028/05/24/origen-vegetal-o-animal-como-cubrira-la-ue-su-deficit-de-proteina.html
